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09 Sep
Una vitrocerámica funciona por resistencias. Es una sistema de cocción en los que hay un vidrio entre la fuente de calor y el recipiente que se quiere calentar. Desde su invención fue una revolución en la cocina de todos los hogares por todas sus ventajas: simplicidad, comodidad, limpieza, seguridad y ahorro.
Las placas vitrocerámicas suelen ser más económicas que las de inducción, al ser una tecnología ya más común y menos avanzada que las de inducción.
Cómo curiosidad, en Italia se sigue utilizando el gas en la cocina porque consideran que para cocinar la pasta el gas le da la cocción óptima.
Una inducción funciona por magnetismo por lo que sólo calienta los recipientes cuando los detecta y no arriesgo de quemarte si no hay ningún recipiente. El calor se produce por corrientes parásitas y por agitación magnética. Es necesario usar recipientes de metal ferromagnético, con fondo plano, liso y grueso.
La limpieza de la placa de inducción es mucho más fácil y el consumo es muy inferior a la vitrocerámica. ¿Los contras? que tienes que tener unas sartenes y cacerolas aptas para inducción.
La última evolución de la inducción es la tecnología flex inducción, en la que la totalidad de la superficie son inductores y puedes poner multitud de recipientes de todo tipo de tamaño sin preocuparte de que sean circulares.
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